Creo que por primera vez en mi vida he sido capaz de estar una hora y media tirada en la playa sin hacer nada. Sola, escuchando música en el móvil y sin mirar demasiado ni whatsapp ni las redes sociales, en caso de intrusión hubiera quitado los datos.
Me ha dado tiempo de pensar en cosas como este blog, en los mensajes que he recibido las últimas semanas de gente que lo lee y lo agradecidisíma que estoy a cada lector/lectora y de cada comentario. Un millón de gracias.
Ya dije el otro día que una de las pocas cosas buenas de la infertilidad ha sido volver a disfrutar escribiendo un blog personal. El último lo cerré hace unos meses, justo antes de que comenzara toda esta etapa. El verano pasado, la operación y las perspectivas de mi infertilidad me volvieron muy oscura. Además, mi yo personal y mi yo profesional se entremezclaban demasiado en aquel blog y había quien consideraba que revelaba demasiado sobre mí misma. Ahora sé que no tenía que haber hecho ni puto caso a esas voces tan preocupadas por mi imagen porque estoy muy contenta con la imagen que construyo de mí misma en mis redes ‘oficiales’.
Tampoco descarto poner mi nombre y mis apellidos en este blog en algún momento. Tendría que hacer un buen repaso y ocultar algunas cosas que no tengo ninguna necesidad de que se sepan, pero el 70% del contenido es totalmente compatible con mi día a día. De hecho, cualquier persona que termine accidentalmente en mi twitter ‘normal’ vería exactamente el mismo tono, los mismos comentarios y las mismas neuras, solo que aplicados a mi curro, a política y a otras perversiones.
Y justo por culpa del curro tengo, y creo que tendré siempre, este blog hecho unos zorros. Parte de mi trabajo consiste en contar a los demás cómo tienen que organizar, etiquetar, titular, viralizar y mantener los suyos (por suerte no los tengo que escribir también, esos días ya pasaron…). Si hiciera algo parecido a eso con mis blogs (tengo otro con nombre y apellidos) tendría la sensación de estar permanentemente currando. Ahora mismo, ni siquiera repaso los textos, disculpen ustedes las erratas y las faltas de concordancia. Además, las estrategias de marca personal, los gurús, las entradas manufacturadas y los influencers me dan cada día más asquete.
A veces me entran ganas de comprar una plantilla molona, darle una buena organización y hablar de todas esas otras cosas que soy (además de infértil, of course), que es lo que estoy haciendo en estos momentos en el jardín de casa de mis padres. Luego pienso que hacer todo eso es como llenar la agenda del curro de cosas por hacer, me agobio, apago el ordenador y me pongo a ver cómo se aparean dos avispas. Seguro que ellas se preñan en un abrir y cerrar de ojos.