Este es otro de los temas en los que ha cambiado completamente mi punto de vista desde que soy madre. Antes era de regalar cualquier tontería con ticket regalo o ropa o algo friki, pero ahora la próxima vez que tenga que hacer un regalo, probablemente haga algo que no tiene nada que ver.
Por supuesto, lo más importante es preguntar a los padres si quieren o necesitan algo, pero muchos padres nos dirán que no porque ya lo tienen todo. Estas son mis recomendaciones cuándo tenemos que comprar algo y no nos han dado instrucciones (no en un orden concreto, es fruto de mi caos mental):
- Mantitas. Nunca se tienen suficientes mantitas. Mantitas finitas de forro polar, mantitas para primavera, mantitas para el sofá, mantita para el carro, mantitas para la cuna, mantitas para casa de los abuelos, mantitas para llevar en la bolsa del carro… Vampirito tiene un montón de mantitas y, si le regalan más, las seguirá usando y seguirá siendo feliz. Hay una que le gusta tanto, que es la que le regaló Candela, que le compramos otra igual por si la pierde se lo estropea.
- Productos de farmacia. Nos han regalado 4 canastillas de 3 marcas diferentes y nos parece de lo más útil que nos han regalado. Geles de ducha, cremas para la cara, cremas para el pañal, toallitas, crema hidratante… Cuando iba a nacer Vampirito, fuimos a la farmacia y se lo compramos todo y justo entonces empezaron a llegar los regalos y la verdad es que es un regalo de p*** madre.
- Tarjetas regalo. Vale que no es un regalo currado y que tiende a ser impersonal, pero las tarjetas regalo son un invento. Mucha de la ropa chula de invierno de Vampirito ha salido de tarjetas regalo, como su saco molón de tiburón de Baby Bites.
- Juguetes. A nosotros no nos empezaron a regalar juguetes hasta el tercer mes o así y fue porque empezamos a comprarlos nosotros. Pero algún sonajero para bebé siempre va bien para en cuanto empiezan a entretenerse un poquito.
- Ropa de casa y con eso me refiero a bodies y pijamas. Es muy fácil dejarnos llevar, ir a una tienda y comprar la ropa que a nosotros nos gusta, pero tenemos que plantearnos qué les gusta a los padres. Por tanto, si regalamos bodys y pijamas de buena calidad pero sin fliparnos, les estaremos haciendo un favor porque les estamos ahorrando un dinero luego pueden destinar a la ropa exterior que les gusta.
(La foto es del gimnasio-parque le compramos con algo del dinero que le habían dado y fue un regalazo, le encanta)