Cosas buenas de la infertilidad

Enviado por: Li mayo 21, 2017 No hay comentarios

Vamos a ver. Partimos de la base de que la infertilidad es una puta mierda y que es muy complicado encontrar cosas buenas en un proceso tan duro. A modo de disclaimer, también recordaré que mi primera y única FIV hasta el momento terminó en positivo, así que mi experiencia no es un ejemplo, ni un referente. De hecho, nada más lejos de mi intención y de mis aspiraciones que ser ejemplo ni referente de nada. Soy demasiado vaga e inconstante para llegar a gurú. Aclarado esto… Ahora que han pasado unos meses de todo, que muchas cosas se van acabando de digerir, puedo decir que mi infertilidad ha tenido (y tiene) algunas cosas buenas:

  • He hecho un montón de cosas. Vale que ha sido por rebotes y que esto es un claro ejemplo de ‘el que no se consuela es porque no quiere’, pero es cierto que durante mis casi tres años de búsqueda intermitente (paraba cuando estaba en tratamiento por el puto VPH) viajé un montón, fui a un montón de conciertos, me gasté un montón de pasta en cosas que me hacían feliz. Conseguí -conseguimos- construirnos una vida muy feliz sin ninguna perspectiva de hijos: una escapada cada tres meses, dos viajes largos al año, festivales… Hacíamos lo que queríamos.
  • He tenido claro que quiero ser madre. Aún me duran las dudas pero creo que eso entra en los miedos del embarazo. Yo nunca he tenido instinto maternal ni nada parecido y cuando empecé a plantearme tener hijos, me llegué a torturar bastante pensando que era una presión o imposición social. Cuando la cosa se puso tan tan tan cuesta arriba, decidí seguir adelante y la decisión se tomó sola. Nos plantearon que solo podríamos ser padres con tratamiento y decidimos darnos un par de meses para decidir, pero creo que al llegar al coche ya sabíamos que iríamos adelante. Lo he dicho un montón de veces, pero soy una yonki de los retos y si hay algo que me mola, es hacer las cosas que se supone que no puedo hacer, como preñarme.
  • Las prioridades han cambiado. Mucha gente me dice que estoy más tranquila y que yo esté tranquila es, o era, un oxímoron. En realidad todo empezó en 2016 con un verano que empezó en un quirófano, pero el segundo semestre del año pasado fue de esos que hacen callo y dejan cicatrices. Desde entonces, todo me da igual. Me he hecho mucho más egoísta, me cuido mucho más, me respeto mucho más. Hay un millón de cosas que antes me importaban y que ahora no me quitan el sueño. Y, la verdad, como que mil veces mejor.
  • Me he hecho (más) fuerte. Vamos, yo no he sido nunca exactamente una damisela en apuros, pero la infertilidad de obliga a ser fuerte. Cada uno tiene una forma de aproximarse a las cosas que le pasan y la mía es crear distancia. Me distancié de mi potencial maternidad y ese tiempo me vino genial para coger fuerzas y asumir el proceso con mucha calma y madurez. Sabía que iba a ser muy duro y muy jodido, pocas expectativas, pero al fin y al cabo, yo siempre soy de prepararme para lo peor pero esperar lo mejor.  Yo no conté nada durante el proceso, ni aquí, ni en twitter ni a mis amigos. Ese silencio me hizo más fuerte, aunque eso quizá no funcione con todo el mundo.
  • He vuelto a escribir un blog personal. Creo que llevo 10 años escribiendo blogs pero cuando mi trabajo empezó a convertirse en una locura, cerré mi blog personal y lo convertí en uno en el que hablo de trabajo, pero me aburre y no actualizo demasiado. Ahora tengo este, que es un poco temático pero igual lo hago más amplio y me dedico a hablar de todas esas cosas que me quitan el sueño o me repatean el hígado, que es lo que hacía con mi blog de antes. Eso no significa que lo vaya a organizar mejor, creo. Eso ya lo hago cada día en mi trabajo y esto lo hago para disfrutar, no para tener backlinks ni mierdas de esas que ya no me importan tanto.
  • He conocido un montón de historias muy duras, otras llenas de esperanza, otras muy parecidas a la mía. No me he sentido sola y nadie me ha pedido explicaciones ni ha querido saber demasiado. El equilibrio justo entre los ánimos y la sensatez. Toda la experiencia online, la solidaridad, los buenos deseos, las alegrías con los embarazos ajenos… La cara amable de toda esta historia.

Y probablemente haya más, pero es domingo y estoy espesita

 

Autor: Li

Deja una respuesta