Mi hijo tiene muchas ganas de volver al cole. Y no me lo invento, lo pregunta casi cada día. Tiene ganas de ver a sus amigas y a sus amigos y tiene ganas de rutina. Supongo que también tiene ganas de aprender, pero eso lo hace cada día a su manera y no está en la lista de esas razones por las que tiene ganas de volver sí o sí. Su trabajo, como él mismo explica, es jugar. El otro día lo puse en Twitter, ese campo de batalla de las redes sociales donde habito normalmente. La mayor parte de las respuestas que recibí iban en la misma línea, pero una, posiblemente de alguien que nunca lee mis comentarios, preguntaba si no seríamos los padres los que teníamos ganas de que volvieran al cole. Argumentaba que hay muchas alternativas como ir al parque (en ola de calor), al pueblo (que no tenemos) o a colonias (que había hecho en julio). ¿Pero cuál es el problema si a donde a mi hijo le apetece volver es al cole? ¿Tan grave es que tenga ganas de estar con sus amigos y en su entorno (por desgracia, su tutora este año se ha cambiado de cole)?
A veces incluso la gente de mi entorno me mira mal cuando digo que Víctor necesita y prefiere estar con niños. No es un desprecio hacia nadie por su parte, es que tenemos que comprender que un niño de casi 5 años disfruta mucho de, oh sorpresa, pasar tiempo con iguales. En julio fue a una escoleta diferente a la del año pasado y vaya acierto, hizo un grupo bastante estable de amigos y fue contento todos los días. No se quejó ni un día. Todos los días le apetecía ir, todos los días lo pasaba bien. Y parece que tengamos que sentirnos mal por ello, como si no fuera bastante jodienda tener que planificar el verano sabiendo que tu hijo va a estar ‘ingresado’ todo julio. Quizá otros niños sean diferentes, pero si al mío le dejas elegir entre escoleta y todo el verano en casa, con nosotros o con los abuelos, elegirá siempre parte en escoleta y parte con su familia. Él sí que sabe.
Cuando, antes de terminar el curso, analizamos las diferentes opciones para julio, lo que más nos partió el corazón fue ver que nosotros como padres no podíamos ofrecerle al niño lo que le daba la escoleta: actividades cada día, jugar con iguales, hacer amigos… ¿Cómo haces eso cuando tienes que trabajar? ¿Cómo delegas en lxs abuelxs que hagan de animadores socioculturales con muchos más años que tú y sus propias vidas? De nuevo, quizá otras criaturas prefieran estar en casa, pero al mío le va más la actividad.
Ahora llega septiembre y las clases no empiezan hasta el 12. Le dimos a elegir entre ir a la escoleta que organiza su cole o seguir como en agosto y no dudó ni un segundo. Prefiere ir a la escoleta y reencontrarse con sus amigos. A esta madre aparcaniños le viene fatal dejarlo a las 9 y recogerlo a las 13.30 cuando ahora mismo estoy haciendo la jornada del tirón gracias al patrocinio de lxs abuelxs, pero él prefiere escoleta.
Nos pasamos la vida hablando por las niñas y por los niños. Mi hijo quiere volver al cole porque le apetece a él, por por las ansias aparcaniños de su madre ni de su padre-