No sé si son las hormonas o que de repente me he vuelto susceptible, pero el comentario de un colega sobre el tamaño de mis pechos me ha hecho recopilar algunas de las barbaridades que me han dicho en los últimos meses. Obviamente, todos son sin maldad, sino que parten del desconocimiento, de no saber que decir y a veces del exceso de confianza. Seguro que con el tiempo escucho y recuerdo más, iré actualizando esta entrada
Antes y durante el tratamiento.
1- «Te pego yo un polvo y te preño seguro». Confía en amigos hombres para esto. Ese clásico de quién la tiene más larga, seguro que la culpa es de no estás bien follada y bla bla bla. Después de oír eso, decidí no contárselo a ningún hombre más-
2- «Ni se te ocurra decir cosas tan feas». Eso me lo dijo una amiga cuando me definí como infértil. Es como si me hubiera hecho una tarjeta de visita en la que pusiera, ‘Puta’. Le pareció que era terrible que me declarara infértil. La gente prefiere ocultar la realidad.
3- «No tendrás que preocuparte por ponerte uno o dos». Eso NO es lo que la gente quiere oír cuando cuentas que solo has tenido un óvulo maduro. No reconforta nada, en serio.
4- «Bueno, eso está muy bien. Pagas y te ponen un niño». Eso es, en resumidas cuentas, lo que mucha gente cree que es la reproducción asistida. Que todo el mundo se queda a la primera y sin problemas y que va a ser un proceso rápido, indoloro y probablemente con un embarazo express y un parto de ensueño. Los cojones (y eso que yo he tenido toda la suerte del mundo).
5- «Ay qué bien, tendrás gemelos». Pues no, no todo el mundo que pasa por una FIV tiene gemelos. Ni siquiera todo el mundo que pasa por una FIV tiene hijos. #Nomejodas
Durante el embarazo
1- «¿Te has puesto tetas? ¿Por eso no te hemos visto en las últimas semanas?». Básicamente las barbaridades que me toca escuchar ahora vienen motivadas por mi desaparición o arresto domiciliario. Este es un poco animal, no sabe nada del embarazo ni del tratamiento y solo ata cabos. Sorprendentemente, no es el mismo que se ofreció a fecundarme.
2-«¿Tú tienes gripe de verdad o me estás dando largas?». Eso es lo que pasa cuando le digo a un cliente otra vez que no puedo ir a una reunión. Estaba manchando y tenía que hacer reposo, pero no se me ocurría otra cosa. A este le conté la verdad porque el tío me cae de puta madre y le conozco desde hace siglos.
3-«Eso de la cerveza 0,0 es para gordas y embarazadas», dicho por un camarero que pretendía sacarme una cerveza sin alcohol en lugar de 0,0. Debió considerar que yo no tenía pinta ni de gorda ni de embarazada y se quedó tan ancho. Me cambié a la terraza de al lado y me sacaron la 0,0 con una sonrisa de oreja a oreja.
Por suerte no hemos llegado aún a las lecciones sobre maternidad, etcétera, pero me da que empezarán pronto los «lo que tú tienes que hacer es bla bla bla» o «eso está mal, haz bla bla bla». Seguiremos informando.