Sobrevivir a conciliar desde casa

Enviado por: Li abril 9, 2018 2 comentarios

Soy autónoma y llevo un año trabajando desde casa, primero porque me pasé todo el embarazo de reposo relativo y ahora porque me he empecinado (mi entorno dixit) en mantener la lactancia materna a pesar de estar trabajando a jornada completa. Yo tengo la suerte de que, por mi trabajo, puedo estar en casa porque únicamente necesito una conexión a internet y un ordenador. Ser autónoma tiene cosas malas y tiene cosas buenas, como esa libertad de haber podido organizarme como quiero (y con la ayuda de las abuelas, of course). Y también digo que es complicado estar trabajando en el mismo espacio físico en el que alguien está cuidando de tu hijo.

Casi seis meses después de ser madre, estas son las principales dificultades que me he encontrado:

  1.  Incomprensión. Mucha gente lo entiende todo muy bien y le parece fantástico que trabajes desde casa, pero siempre hay personas que prefieren que calientes la silla y verte la cara aunque eso implique perder casi dos horas de transporte. También hay gente que cree que en casa te tocas las narices o que no eres lo bastante profesional cuando vas en pantunflas (yo no, ¡siempre trabajo con los zapatos puestos!)
  2. Imprevistos. Ya lo conté en aquella entrada que borré… No todos los días puedes dedicar el mismo tiempo a trabajar, no todo el mundo se toma en serio que estés trabajando (y más cuando lo haces con el Facebook abierto como es mi caso). Hay que ser extraordinariamente flexible porque posiblemente un día no puedas terminar la lista de tareas. Si el bebé llora más de lo previsto, si quiere comer antes de lo previsto… Ahí tienes que parar y luego volver a centrar la atención, que con mi mente dispersa es muy jodido.
  3. Auto disciplina. No es que me cueste sentarme a trabajar ni nada, el problema viene cuando he terminado las cosas urgentes del día y, entonces, tengo la sensación de que estoy desatendiendo al bebé si sigo delante del ordenador adelantando trabajo o haciendo cosas ‘no facturables’ pero igualmente importantes. Ahora estoy en fase de ‘obligarme’ a estar 8h al día trabajando aunque no sean cosas facturables y aunque el bebé esté a mi lado. Si estuviera en una oficina, no me iría a casa. Si estoy en casa, tampoco debo hacerlo.

Con todos mis aciertos y errores de estos meses, estos son los tres consejos básicos para alguien que quiera conciliar en casa con ayuda de una persona que se haga cargo del bebé:

  1.  Horarios y rutinas claros y definidos, tanto para una misma como para la persona de apoyo. Es complicado trabajar cuando no sabes a qué hora va a aparecer la persona que se tiene que hacer cargo de tu bebé y es complicado trabajar cuando ni tú misma tienes claro si primero te duchas o pones la lavadora. Nosotros tenemos una rutina muy marcada: pecho en la cama, Vampirito se queda allí jugando mientras yo preparo la ropa (si no la he dejado preparado la noche antes) y me tomo un café en la cocina. Si hay lavadora, la dejo preparada. Luego me ducho con el niño en la hamaca conmigo en el baño, cambio y visto a Vampirito. Enchufo la lavadora. Si nos vamos, jugamos un rato hasta que puedo tender y salir. Si nos quedamos, jugamos un rato y, cuando llega mi madre, tiendo y empiezo a trabajar. Es fundamental seguir un orden o no hay manera de arrancar.
  2.  Ser fuerte. Si no es un momento de descanso, hay que evitar salir a ver al bebé si protesta un poco o si es momento del cambio de pañal. Yo intento hacer como si no estuviera en casa a no ser que el bebé realmente me necesite. Eso lo veo también importante de cara a las personas que están con él y a que aprendan a conocerse y a estar tranquilos todos, el bebé y sus cuidadores.
  3. Espacios definidos. Nosotros solo tenemos dos habitaciones y yo he tenido que montar un pequeño despacho en el salón para poder trabajar, pero lo recomendable sería que la oficina y el bebé no estén en la misma habitación para evitar esas distracciones y, por qué no decirlo, sentirnos mal mientras es otra persona la que se hacer cargo de nuestro bebé. Estar todos en el mismo espacio implica una dosis extra del punto 2, es decir, ser fuerte y no caer en el ‘voy a ver si calmo al niño’.

Es cierto que todo esto me ha costado menos porque llevaba ya mucho tiempo trabajando en casa y tengo la disciplina y la fuerza de voluntad bastante entrenadas, pero empezar desde cero a trabajar en casa y hacerlo con un bebé requiere muchísimo control y fortaleza. La foto, por cierto, es de mi control del stock de leche materna, fundamental para los días que tengo que salir a reuniones, etc.

¿Alguna experiencia de trabajar desde casa con el bebé? Seguro que hay mil tips que no he tenido nunca en cuenta.

Autor: Li

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2 comentarios

  • Aquí una servidora también autónoma y que hace la mitad del curro desde casa, te entiendo al 100{2af3ac6335dcb8ba732746f3fb09d5344f64b54cb613204fce1dbf720642e8ec}. Yo empecé hace unos 7 años a trabajar desde casa, y desde entonces he ido alternando presencial y remoto. Ahora compagino ambos, y la verdad es que me apaño bastante bien, pero al principio de los tiempos lo odiaba. Me agobiaba muchísimo y no conseguía ni concentrarme lo suficiente en el trabajo ni desconectar en mi tiempo libre, era horrible, lo prometo, y encima la gente se lo tomaba a pitorreo con eso de «pero si curras en pijama» xD

    Pero menos mal que eso quedó en el pasado, jeje, ahora me va muy bien porque cumplo precisamente con lo que dices: la auto-disciplina, los horarios y rutinas, y los espacios definidos, pero eso de tener a la peque cerca sí que añade un plus de dificultad. Yo tengo mi despacho en casa en una habitación separada, y mientras mi madre cuida a la nena para que yo trabaje, tengo que cerrarme la puerta y ponerme música alta para no oírla llorar. Suena feo, lo sé, pero es que sino es lo que dices, cuesta mucho no levantarse e ir a calmarla…

    Solo añadiría a tu lista de consejos, que cuando estés trabajando desde casa, tu bebé tome también teti del bibe, como si no estuvieras. Da pena sacarte leche a apenas 5m de tu bebé para que luego se la den en bibe, pudiendo dársela tú misma directamente, pero a mí la verdad es que me ha ayudado a concentrarme en el trabajo, y a mi madre también, que cuando duda si Lara tiene hambre, no tiene que estar sufriendo y llamándome para ver qué tal, sino que le puede ofrecer bibe ella misma.

    Un abrazo! 😘

    • Li

      ¡Buen apunte lo de la leche! Yo quería hacerlo al principio pero sacarme los biberones que se toma Víctor me cuesta como una hora y pico en varias tandas, así que de momento me sale más a cuenta parar de trabajar y darle el pecho, pero los días que salgo a trabajar fuera, no hay más remedio que dejarle de 250 a 300 ml para pasar la mañana