Teníamos planes. Esos planes que implican salir cargados como mulas, planificar desplazamientos, llevar la bolsita mágica de la comida. Teníamos planes y yo me empeñé en hacer un arroz con calabaza para el niño porque no quería que el hecho de que nosotros tuviéramos planes le condenara al potito industrial uno de los pocos días...